Influencers sin verificación

La nueva tendencia de TikTok en 2025: Consejos de biohacking sin verificar y los riesgos para la salud de los jóvenes

A principios de 2025, los usuarios de TikTok están inundados de vídeos protagonizados por supuestos expertos en salud que promueven consejos de “biohacking”. Estos clips breves y atractivos muestran desde protocolos peligrosos de microdosificación hasta ayunos extremos y combinaciones caseras de suplementos. Aunque esta tendencia atrae a una generación obsesionada con la autooptimización, también enciende las alarmas entre los profesionales sanitarios y las familias.

Por qué los vídeos de biohacking se hacen virales entre los adolescentes

El formato de TikTok —corto, visualmente llamativo y fácil de compartir— es ideal para difundir rápidamente tendencias de bienestar. Muchos influencers prometen mejoras inmediatas en el sueño, la concentración o la pérdida de peso, sin contar con ninguna base médica. Su tono convincente y su cuidada estética suelen enmascarar el hecho de que sus consejos provienen de anécdotas personales o pseudociencia. El algoritmo premia la interacción, no la veracidad, lo que contribuye a su viralidad.

En un entorno digital altamente competitivo, los adolescentes recurren cada vez más a este tipo de contenido para lidiar con la presión académica y el estrés social. La promesa de una ventaja a través de “trucos naturales” resulta atractiva. Hashtags como #dopaminefast, #microdosing y #biohacklife acumulan millones de visualizaciones, presentando estos métodos como seguros y eficaces. Esto crea una falsa sensación de seguridad y normalidad.

Además, el modelo de negocio de los influencers fomenta este comportamiento. Muchos tienen incentivos económicos para promocionar suplementos dudosos o enlaces de afiliados. Como consecuencia, los adolescentes no solo reciben información errónea, sino que también son impulsados a gastar dinero en productos no regulados y potencialmente peligrosos.

El papel del algoritmo de TikTok en la difusión de desinformación

El sistema de recomendaciones de TikTok está diseñado para maximizar el tiempo de uso, no para garantizar la precisión médica. Una vez que el usuario interactúa con contenido de bienestar, rápidamente es bombardeado con vídeos similares, independientemente de su veracidad. Este efecto burbuja distorsiona la percepción que tienen los jóvenes sobre la salud y normaliza comportamientos arriesgados.

Los vídeos marcados como potencialmente dañinos a menudo no se eliminan con la rapidez necesaria. Aunque la plataforma ha implementado políticas de moderación, su aplicación es irregular. En varios casos documentados, el contenido dañino permaneció activo durante días o semanas antes de ser eliminado, tiempo suficiente para viralizarse.

Los creadores también sortean los filtros usando frases ambiguas como “esto me funciona” o “solo comparto mi rutina”. Así evitan afirmaciones directas que podrían activar los mecanismos de moderación, permitiendo que consejos peligrosos circulen libremente.

Consecuencias reales por seguir consejos no verificados

Según informes médicos de febrero de 2025, ya se han registrado hospitalizaciones por el uso inadecuado de suplementos promovidos en TikTok. En Alemania, una adolescente de 16 años sufrió daño hepático tras seguir un protocolo de “desintoxicación” casero. En EE.UU., las salas de urgencias reportan un aumento de efectos adversos provocados por nootrópicos no recetados adquiridos tras ver vídeos virales.

Nutricionistas alertan sobre dietas extremas como #carnivorecleanse o #30dayfast. Estas rutinas restrictivas, presentadas sin supervisión profesional, pueden provocar desnutrición, desequilibrios hormonales o trastornos alimentarios. Los adolescentes, ya vulnerables por la presión estética, imitan estas prácticas sin comprender sus efectos a largo plazo.

Las consecuencias también afectan la salud mental. La obsesión por la productividad y la autooptimización se vincula con ansiedad, agotamiento y aislamiento social. Muchos adolescentes se sienten inadecuados por no seguir estos “biohacks”, aunque lleven estilos de vida equilibrados. La presión por optimizar cuerpo y mente puede perjudicar más que beneficiar.

¿Qué pueden hacer padres y escuelas?

La comunicación abierta es clave. Padres y educadores deben crear espacios seguros para hablar sobre las tendencias de salud en redes. En lugar de prohibir el uso de apps, es más eficaz enseñar pensamiento crítico y alfabetización mediática. Fomentar la verificación de fuentes y consultar a profesionales antes de aplicar consejos es esencial.

Las escuelas pueden integrar contenidos de salud y medios digitales en sus programas. Analizar ejemplos reales de TikTok en el aula ayuda a los estudiantes a distinguir entre contenido fiable y engañoso. La colaboración entre docentes, sanitarios y plataformas digitales puede potenciar este esfuerzo.

Reportar contenido peligroso y promover fuentes verificadas también es vital. Campañas respaldadas por autoridades sanitarias, con expertos accesibles en TikTok y YouTube, pueden contrarrestar las narrativas dañinas. Los adolescentes confían más en creadores cercanos que difunden mensajes científicos de forma atractiva.

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¿Está haciendo TikTok lo suficiente para proteger a los jóvenes?

TikTok ha introducido advertencias en algunos vídeos y redireccionamientos a fuentes oficiales, pero la ejecución es inconsistente. El volumen de contenido dificulta la revisión manual, y los sistemas automáticos fallan al detectar ironía o lenguaje codificado.

Expertos proponen reforzar la inversión en moderadores especializados en salud y aumentar la transparencia. Actualmente, la plataforma se apoya en reportes de usuarios, los cuales a menudo llegan tarde. Sería mejor implementar una vigilancia proactiva basada en palabras clave o hashtags relacionados con prácticas de riesgo.

Además, las alianzas con instituciones sanitarias deben tener mayor visibilidad. Aunque existen, rara vez aparecen en los feeds o colaboraciones populares, que son los espacios donde más tiempo pasan los adolescentes. Integrar mensajes verificados en contenidos virales puede ser más efectivo que los avisos clásicos.

El futuro de la cultura del bienestar en redes

El biohacking no es negativo por sí mismo; algunas prácticas como la meditación o el seguimiento del sueño pueden ser beneficiosas. El problema surge cuando se confunden métodos basados en evidencia con atajos peligrosos. Sin regulación y educación adecuadas, TikTok podría convertirse en un caldo de cultivo para mitos de salud con consecuencias reales.

La intersección entre bienestar y creación digital requiere mayor responsabilidad de las plataformas. Políticas claras, moderación eficaz y visibilidad de expertos son esenciales para un entorno seguro. La tecnología puede empoderar o poner en riesgo, según cómo se utilice.

Proteger a los adolescentes frente a la desinformación es una tarea colectiva. Plataformas, familias, educadores y profesionales sanitarios deben colaborar para fomentar una cultura de seguridad, escepticismo constructivo y pensamiento crítico. Solo así esta revolución digital en salud será realmente positiva.